Esta dinámica se hizo de manera no verbal. Consistía en ponernos por parejas y ser el espejo de la otra persona, es decir, imitar todos sus movimientos.
Todo fue genial hasta en el momento en el que tuvimos que hacer de espejo pero a la vez ser nosotros mismos.
Esto se hizo para ver la complicidad, coordinación y comunicación con la otra persona, en definitiva saber empatizar y ponernos en el lugar de la otra persona pero sin dejar de ser nosotros mismos.
Esta técnica también me sirvió para en un futuro poder entender al paciente, poder desenvolverme correctamente y tener una buena comunicación ya sea verbal o no.
Ya que es necesario saber comprender lo que el paciente nos intenta comunicar de varias maneras y para ello no hay que suponer sino entender.
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